marca piscis diving centro buceo 5 estrellas padi
bucear costa brava



Hola buzos,
La primavera, llena de luz, alumbra nuestras ventanas. El arrecife está que bulle de vida y color. La visibilidad: unos 12 metros y la temperatura: 14 grados.El día amaneció en el nuevo Piscis Diving. La luz era mágica. El nuevo sitio me encanta. El local es muy acogedor, parece que a los buzos les gusta. El aparcamiento lo tenemos fuera y las duchas están en camino, parece que la suerte nos sonríe después de 9 años pidiendo ubicación en el puerto, al final lo conseguimos, me encanta.
La primera inmersión del nuevo centro fue a las 10:30. Los buzos puntuales, preparan el equipo. Buceadores conocidos, por lo que no perturbo mi nirvana y afronto el día optimista. Es la primera inmersión, me encanta, los buzos no me necesitan, Dani de barquero y yo a meterme un buceito mientras balizo la zona. El descenso lo hago suavemente, apenas siento el agua, mi traje seco junto con los calzoncillos de abuelo me dan un calorcito increíble, es como ver un documental de National Geografic pero en realidad de plasma. Cuando comienzo a ascender, después de haber hecho punta, busco nudibranquios, están por todas partes. Las pequeñas babosas se encuentran sumergidas en el acto sexual, aun así las sacudidas no las logro plasmar con el macro de la cámara, sé que deben estar excitadíssimas, apenas si cierran las branquias al acercarme.
Al llegar a las jorobas del camello, levanto la cabeza ante aquella sombra que se levanta enfrente y veo una sombra del tamaño de dos metros, metro arriba metro abajo. Las aletas en forma de tiburón pero más alargadas y el cuerpo redondo me encienden la glándula suprarrenal con lo que mi corazón se pone a parir. El pez luna que tengo enfrente se encuentra tumbado boca arriba como si fuera un bebe y se deja desparasitar por la comunidad limpiadora del arrecife de Sant Feliu de Guíxols. El momento es mágico, el pez apenas se da cuenta de mi presencia, mi acercamiento es un fluir en el agua, me siento agua: “Be water my friend” Fluir y acercarme, e ahí mi misión. Al jacket le doy la dosis justa de aire, mi respiración se relaja, el corazón late más suavemente, mi pulso se relaja aun más, el gatillo de mi arma de destrucción masiva se acciona automáticamente e inmortalizo a ese ser tan maravilloso, el pez luna, que cosa más bonita por Dios!!, 3 minutos después ya estaba deseando contárselo a alguien para revivir otra vez el momento.
Al llegar a superficie los buzos sonríen , se metieron su dosis de nitrógeno y las pilas ya están cargadas para la semana.
Esta semana apareció el hombre que llamaba a Blas. El ritual es un clásico, cuando aun estamos cargando su piel empieza a empalizarse, nada más de ver el movimiento del mar, para él es un “reagetaung”. Cuando ya está a punto de saltar, tira que te tira, el cuello del traje ya no da más de si, el agobio le hace sumirse en un trance, las arcaditas se suceden, después viene un:
– «Ya estoy bien» o, el clásico, «No muy bien»
Entre checkeo de flotabilidad y arcadita ajusta el lastre y pa bajo. A 5 metros y mientras hace la parada de seguridad, otro clásico más, una vomitadita por el regulador, tributo a neptuno y a los peces que lo venían siguiendo, sabedores ellos de la cebada que venía de postre. En superficie y después de haber llamado a Blas, me marca ok y me dice que la inmersión: guapísima, con la cara amarillenta.
Pensar todos que este buzo trabaja en china y con su poder de adaptación a base de buceos va cogiendo un color amarillento, tirando a pálido. ¡Qué fuerza tienes Bomiteitor!. Hay que ver lo comprometido que estas con el medio ambiente, eres un crack, largos buceos Bometeitor, largos buceos, quien no fue boemteitor en su vida…
Fran
Piscis Diving
Av. El Fortim (Antiguo Club Náutico)
17220 St. Feliu de Guíxols
Tel: 617.88.54.54