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Cuaderno de Bitácora Piscis Diving, 21.08.07 : «Cuando los peces hablan»

Hola buzos,
buceo tras buceo, va cayendo uno tras otro. Las sorpresas están en cada inmersión. La temperatura esta mañana en superficie eran 19 grados y en el agua 24 gradinis, daban ganas de quedarse para siempre. El día era lluvioso y frío, pero el fondo estaba espectacular, con una visibilidad de 20 metros y vida a rebosar. El mal día dejó sin rastros de oligoelementos motorizados. El buceo se realizó sin apenas el ruido de nuestras respiraciones. No está nada mal para ser el mes de agosto.

¡Qué cansancio que arrastro! Mis sueños son la prolongación de mis inmersiones, una y otra vez…

Estaba a unos 40 metros de profundidad cuando de repente desde el azul aparece la sombra sospechosa. Se trata del mismísimo Poseidón. Sin pensármelo dos veces, controlo el profundímetro, a ver si me he pasado de profundidad y tengo algo de narcosis, pero el ordenador no funciona… Una luz corta la superficie y una nube de peces se miran atentamente. Alrededor mío se empiezan a concentrar miles de seres que en un abrir y cerrar de ojos envuelven todo con un aura de tranquilidad y paz.

Los peces se han reunido para comentar la próxima reserva subacuática de Sant Feliu de Guixols:
– «A mi me lo dijo una castañuela que se lo escuchó a un buceador. Me dijo que le leyó el pensamiento y que cuando el pensamiento es legible, el deseo es un hecho».
Una lubina que circulaba por la zona al oír la conversación se dirige a las castañuelas y con cara de lobo comenta.
– «Manolete ha muerto».
Las castañuelas ya nerviosas por la altura de la temporada en la que nos encontramos comienzan a nadar espitosas como una avispa.
– «Como ha sido?»
El pobre mero, de apenas 5 kilos, era una pieza muy cotizada por los pescasub y día tras día tenía varios barcos que intentaban darle muerte. Las castañuelas más nerviosas aun, suben y bajan más. Un pulpo que observa desde la distancia comenta:
– «¡No las pongas más nerviosas que mira como me tienen los ojos!, mordidos que parece que tengo cejas!»
– ¡Protegemos nuestros huevos!»
– «También los protejo yo y no le muerdo los ojos a nadie»
Una de las 6 morenas que quedan en el arrecife se relame. Sabe que al pulpo se le acaba el ciclo de vida y en las próximas semanas su estado será tan patético que se lo irá comiendo a pedazos hasta quedar solo un puñado de músculo con dos ojos con cejas, recuerdo de sus amigas las castañuelas.
Un caballito despistado se va entreteniendo mirando las alguitas que están llenas de bolitas rosas, parecen los árboles de navidad del arrecife de Por Salví. Haciéndose el loco se entierra en una maleza de algas blanditas y esponjosas. Un poco más para allá aparece otro. Este mira de una forma que parece que vaya a robar, pero la realidad es muy diferente, poco a poco se va acercando a su congénere y abrazándose en aquella cama blandita la hembra le pone los huevos dentro de la bolsita que lleva el macho. Se miran a los ojos cuando hacen el amor. Si yo tuviera que poner tal cantidad de huevos en nadie se me caerían la mitad.
– «Te has enterado de lo de la reserva? Será genial. Ya no habrá tanto ruido de embarcaciones y los sedales no destrozaran el fondo, ni los plomos contaminaran a nuestros vecinos»
Un ermitaño escondido en su caracola hace de voieur.
– «Ahora que me había acostumbrado a tener de casita esta lata de cerveza voy a tener que volver a lo natural»
Una tembladera que termina de comerse algo, medio atragantada, dando sacudidas eléctricas a diestro y siniestro, le dice al ermitaño:
– «No te preocupes que hay mierda para rato y las latitas tardan unos miles de años en destruirse»
– «Dímelo a mi que llevo esta compresa encima desde hace 8 meses», comenta un erizo
– «Pesa poco, es absorbente, se le adhieren bien las alguitas. No deja escapar ni gota y además es fashion porque es lo último de evaxx. ¿Que te parece?»

Y entonces me llama él, con su barba espumosa y completamente orgulloso ante el recibimiento. Me dice:
– «Quítate el regulador y escucha:
«La pradera de poseidonia de Sant Feliu de Guixols es enorme. Tenéis que protegerla. Es lo mismo que la barrera de coral australiana o la selva amazónica. Su nombre viene de mi: de Poseidón. Su importancia ecológica es de un valor incomparable. Su profundidad está de 2 metros a 30 en algunas zonas y los barcos día a día van arañando el fondo con sus anclas. Producen un daño que tardará generaciones en recuperar lo que ahora se está destruyendo. Los tuyos ya mataron al mamut. Ya se ha extinguido el delfín blanco de china, eso fue esta semana.
Vosotros, embajadores subacuáticos, tenéis el poder en vuestros dedos. Desde el despacho, desde la oficina, el ciber café, denunciad estas injusticias. Disparad con vuestras digitales. Acribillarlos a pruebas y denunciad.»

El articulo 45 de la Constitución Española dice que todo ciudadano tiene el derecho y el deber de proteger su medio ambiente.

¡Actuad! Sacadle punta a vuestras digitales y denunciad el exterminio de la mediterránea!

Mi profundímetro ya funciona. La profundidad me ha adsorbido y el despertador me saca de la cama de un sobresalto. Todo fue un sueño por la sobredosis de nitrógeno que me estoy metiendo entre pecho y espalda estos días.

Felices sueños buzos,

Fran