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Cuaderno de Bitácora Piscis Diving, 19 de Julio 2006

Hola buzos, Ahora si que parece que el verano haya llegado. Las playitas estan llenas de especies que lucen sus cuerpos, embadurnados de nivea, resbalosas como un congrio. Las arenas limpias del litoral español dan la bienvenida a urbanitas que aprovechan el menor respiro para escaparse a tostarse al sol. La visibilidad ronda los 15 metros, aunque todo depende de donde se sitúe la termoclina. El arrecife está fantástico. Hay peces por todas partes. Los hay que construyen el nido día tras día. Los hay que comienzan una ascensión, como si fueran escaladores: los equinodermos, como la estrella de mar, que buscan las partes más altas del arrecife donde se está más calentito y curvando su cuerpo sueltan huevas y esperma. Es alucinante hacer un seguimiento de estos seres, los cuales parecen estar estáticos la mayoría del tiempo, pero la verdad es que se van moviendo y visitando regularmente las montañas subacuáticas. Podemos observar como suben a la parte más alta del arrecife siempre que nadie les haya dado un aletazo cayendo al vacío como si fueran paracaidistas y tengan que comenzar una vez más su ascenso.

Estas semanas pasadas empezaron a llegar buzos de las tribus del norte de Europa. Después de cruzar los pirineos la inmersión les estaba esperando. Las caras de ilusión al salir del agua lo dice todo: «estupendo». Al parecer los fondos de las zonas donde buceamos habitualmente están muy limpias. Esto es gracias a buzos que fueron capaces de encontrar entre tantos bártulos subacuáticos un rincón donde depositar los restos de desechos humanos que a lo largo de las jornadas se van depositando en el mar. Hay buzos que nunca olvidan una maya de red donde hacer más fácil la recogida, pero también hay buzos que no entienden el hecho de respetar el mar y le dan más importancia a unas especies que a otros. Este es el caso del pobre erizo de mar. Este punki subacuático que roe algas del fondo y forma parte del equilibrio subacuático al que todos pertenecemos es condenado a muerte en muchas ocasiones solo por el mero hecho de ver como otras especies oportunistas no derrochan la ocasión para, después del machetazo de gracia, devorarlo como aperitivo.
Eso no está bien. Y aun así tenemos a oligoelementos que les encanta esta atracción para impresionar a sus alumnos. Primero de instructor a alumnos y luego de alumnos a amigos, de unos a otros y al final son tantos que pocos erizos nos quedarán.El amarrador: El amarrador es una inmersión de Sant Feliu de Guíxols. Realmente espectacular! Con un poco de suerte nos podemos dar cuenta de lo maravilloso que puede ser la Mediterránea. Es curioso que una inmersión que empieza a 25 metros de profundidad y que desciende hasta los 40 metros sea el refugio de especies que, en este sitio, toman unas características XL. Los nudibranquios son de un tamaño considerable. La visita de peces luna a primera hora de la mañana en busca del desparasitador de turno son regulares. El Amarrador tiene forma de bota. Tenemos que prestar atención a no tocar con ninguna parte de nuestro cuerpo la roca, pues la vida que alberga está intacta, solo algunas cicatrices producidas por algún palangrero desaprensivo nos indicaría que no es un lugar secreto.
El bufón de la tercera cueva:
Todos creo que conocemos a los gobios. Son aquellos peces que tienen unos cuernecillos y el tamaño de una pinza de la ropa. Pues en la tercera tenemos al bufón. Este gobio que se encuentra a una profundidad de 6 metros nos hace nuestras paradas de seguridad muy entretenidas y divertidas. El pececillo nos rodea, una y otra vez, salta delante nuestro, nos mordisquea nuestras burbujas, se nos queda mirando como si fuera un perrillo abandonado … dan ganas de llevártelo para casa. Estamos en plena efervescencia subacuática. El buceo ahora mismo nos trasmite la misma energía que a las especies que intentan reproducirse. El sentirte ahí abajo, en silencio, solo turbado por nuestras burbujas … Nuestros compis reflejan en sus caras que la dosis de nitrógeno está haciendo su efecto. Los ojos se abren más que nunca. El nivel de conciencia es completamente diferente al que teníamos antes de aventurarnos en el mundo de neptuno. El aire fresco y seco que entra desde nuestro regulador es escupido en forma de burbujas donde se reflejan nuestros compañeros. Un chorrito de agua recorre tu cuerpo hasta los mismísimos … , pero no pasa nada, el pulpo que termina de entrar en escena distrae todos tus sentidos, concentrando tu mirada en sus ojos de abuelete. El mar está que da gusto. ¡Es una pasada! ¡Viva el submarinismo! ¡Viva los buzos! ¡Viva la gente de bien! ¡Viva la vida y el amor…. !Mediterránea viva. Te quiero.
Buen Buceo Buzos,
Fran